Alojamiento: Riad Art Place, en la plaza de Yamaa el Fna. Acogedor, desayuno incluido y bien de precio.
Duración del viaje: dos noches, 1 día y medio (jueves noche – sábado tarde). Enero.
Vuelo: Ida y vuelta con Ryanair. Valencia – Marruecos (aeropuerto Menara). Opción económica y directa.
Acceso al centro de Marrakech y hotel: un conductor privado del Riad donde nos alojamos. En esta ciudad recomendamos ir con transporte previamente contratado.
Visado y control de aduanas: Los españoles no necesitan visado. Solo llevar pasaporte vigente para la duración del viaje. A la llegada y salida del país, en el aeropuerto, es posible que encuentres colas extensas de control de seguridad.
Hora local: Misma hora que en España.
Recomendaciones: llevar calzado cómodo para andar sobre calles de arena y mal asfaltadas, llevar pañuelo para cubrir la cabeza, no olvidar suero, Almax y Sulfintestin para cualquier indigestión, y por último repelente de mosquitos.
Guía Local: Mohamed. 0661534006.
***DIA 1. Llegada por la tarde-noche.
Llegamos por la tarde y tras hacer el check in, decidimos cenar en el restaurante del Riad, desde donde disfrutamos del ajetreo popular, de los colores, el tenue iluminado y el ambiente nocturno de la plaza.
***DIA 2. Día completo. Barrio Judío y centro.
Tras desayunar en el hotel, nos reunimos con un guía local en la puerta del Riad.
Recomendamos totalmente ir de la mano de alguien si quieres conocer, de forma segura, rincones auténticos de la ciudad. Además, mencionar que será el guía quien pague el acceso a las distintas atracciones y luego se suma a su tarifa diaria.
Empezamos recorriendo el barrio judío. La primera parada fue el palacio Bahía* (45 minutos de visita por patios, jardines e interior del palacio); avanzamos por pasajes oscuros, calles estrechas y calzadas llenas de arena, hasta llegar a una puerta pequeña por donde accedes a la única sinagoga* que queda activa en la ciudad.
Atravesamos un Suk (mercado central local), bordeamos la fortaleza Kasbah, vemos por fuera el Palacio Real y llegamos a las tumbas Saadin (visitamos el interior de este mausoleo de la dinastía Saadí).
Cruzamos la puerta Bab Agnaou, dejando el barrio judío atrás. Pasando por delante de la puerta Bab er Bob (acceso de tráfico más popular a la ciudad), proseguimos hasta la mezquita Koutobia (destaca por su importante Minarete), y callejeamos por el famoso mercado de las especies.
Hacemos una parada en el Hotel Jardines de Koutubia para tomar un vino (a diferencia de otros sitios, aquí sí que ofrecen alcohol, por estar enfocado al extranjero). Merece la pena este descanso después del largo paseo matutino.
Comemos en el restaurante Nomad, totalmente recomendable por las vistas, la ubicación y la calidad de la comida.
Por la tarde disfrutamos por el zoco de la ciudad (gran bazaar típico en las ciudades árabes), seguimos recorriendo las calles, pasamos por el mausoleo Siddi Bel Abbes y terminamos la visita en los Jardines Majorelle, un oasis verde en la ciudad arenosa y una edificación azul que considero muy recomendable (también llamado jardín de Yves Saint Laurent).
Por la tarde noche, salimos a la plaza Yamma el Fnaa para ver el ambiente. Luego, usamos una Kalesha para ir a la Mamunia (hotel más lujoso de la ciudad). Aquí nos tomamos un vino antes de ir a cenar en el restaurante Comptoir Darna (calidad buena, espectáculo de danza y precio medio. Aquí sí sirven alcohol).
***DIA 3. Medio día. Último vistazo de la ciudad.
Cogemos el vuelo a las 16h, hay que estar 2 horas y media antes por los controles de aduana.
Nos da tiempo a coger la misma Kalesha del día anterior (precio negociado para ambos trayectos) dirección los Jardines de Menara (visita de 20 minutos por el interior). En el camino hacía aquí, bordeamos de nuevo las murallas del Palacio Real.
Volvemos a la plaza Yamaa el Fnaa, entramos en el zoco y descubrimos un rooftop para comer que se llama Koulshi Zine. Finalizamos el viaje tomando café en el Café de France, con vistas a la plaza.
Resumiendo, si solo vas a visitar Marrakech, con dos días tienes suficiente. Es una ciudad que merece la pena conocer. Si por suerte tienes dos días más, aunque no lo conozco, recomendaría visitar el desierto.
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